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Exfoliantes: ¿son necesarios para la piel?

La exfoliación de la piel no es un paso obligatorio en la rutina de belleza (como sí lo son la limpieza facial, la hidratación o la protección solar), sin embargo, dermatólogos y expertos aconsejan realizarla, sin abusar de ella y eligiendo los productos adecuados según el tipo de piel.

Los clásicos exfoliantes con gránulos no son los únicos que existen y de hecho cada vez es más habitual encontrar exfoliantes químicos y enzimáticos, que son más suaves. Aunque la piel se exfolia de forma natural, con el paso de los años este proceso se ralentiza. «Las células muertas se depositan sobre la superficie de la piel y esto provoca una piel seca, con poros obturados», señala Anna Alocén, licenciada en Ciencias Químicas, Máster en Dermofarmacia y Cosmetología y responsable de formulaciones cosméticas de Inner Entreprises (creadora de la firma The Essentials).

¿Qué beneficios tiene la exfoliación para la piel?
Según Anna Alocén «la exfoliación previene la aparición de la piel seca, ayuda a conseguir una piel uniformey evita la obturación de los poros que provoca la aparición tanto de puntos negros como de granos. Básicamente sirve para tener una piel con una apariencia sana y jugosa. Otro beneficio es el aumento de la eficacia de los productos. Exfoliando conseguimos eliminar las células muertas que pueden llegar a formar una barrera e impedir el correcto funcionamiento del producto sobre la piel».

La dermatóloga Cristina Eguren, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología y directora médica de la Clínica Eguren, añade dos beneficios más «la exfoliación contribuye a una correcta renovación celular y disminuye el riesgo de sobrecrecimiento del Demodex folliculorum, un ácaro que forma parte de la flora cutánea y que es una de las principales causas de piel sensible, intolerante, reactiva o con rosácea».

La doctora apunta a que «todas las pieles, incluso las más sensibles, pueden beneficiarse de una correcta exfoliación. Tradicionalmente se ha recomendado evitar la exfoliación en pieles sensibles al considerarlo agresivo en este tipo de pieles. Personalmente considero que esto es un error y las pieles sensibles pueden beneficiarse de una correcta exfoliación física que ayudará a evitar el exceso de Demodex»

De la misma opinión es Anna Alocén que explica que «todo tipo de pieles son aptas para exfoliarse, pero no todos los tipos de exfoliación son compatibles con todos los tipos de pieles. Las pieles sensibles deberían exfoliarse con un exfoliante suave, como puede ser el ácido láctico, que aporta exfoliación e hidratación al mismo tiempo. En el caso de tener una enfermedad en la piel se debería consultar siempre con un dermatólogo».

Tipos de exfoliantes y cuál elegir para cada piel
Para que la exfoliación resulte beneficiosa para la piel, la clave está en conocer todos los productos y saber cuál es el más aconsejable según el tipo de piel. Según nos explica la doctora Cristina Eguren existen dos tipos de exfoliantes de uso domiciliario: «los físicos o mecánicos que son los denominados scrubs, productos con micropartículas que se aplican masajeando sobre la piel humedecida. Ejercen un efecto de arrastre y estimulación mecánica de la piel». Y «los químicos o enzimáticos: productos en forma de mascarilla, tónico, loción o crema que se aplican, se dejan actuar unos minutos y generalmente se retiran. Ejercen una actividad de exfoliación química sobre la piel».

Cada cuánto tiempo conviene exfoliar la piel

El tipo de piel, el tipo de exfoliante y también cómo reacciona la piel a la exfoliación es esencial para determinar cada cuánto tiempo conviene realizarla. La farmacéutica Genoveva Lucena Bello, titular de farmacia La Espartería de Córdoba, y experta en dermofarmacia, aconseja «en pieles sensibles, muy finas y secas, una vez cada 10 días. En piel normal, una vez a la semana. En piel grasa, con impurezas e imperfecciones, una vez cada 5 días, siempre que el producto permita esa frecuencia de aplicación, es decir, no sea muy agresivo». Para aplicarlo correctamente, la farmacéutica recomienda hacerlo «mediante un suave masaje circular, sin presionar ni frotar intensamente, y aclarar con abundante agua, en el caso de los exfoliantes físicos o mecánicos. Si es exfoliante químico o enzimático, aplicar sobre el rostro dejar actuar el tiempo indicado y enjuagar con abundante agua. Tras la exfoliación nuestra piel estará super receptiva y los activos difundirán muy bien a través de ella, es un buen momento para aplicar una mascarilla de tratamiento». La exfoliación debe realizarse siempre con la piel limpia.

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